No es posible mejorar tu salud sin prestar atención a tu estilo de vida. Nuestra genética no determina nuestra salud, solamente la predispone. La clave es el entorno. Los alimentos que eliges para nutrirte, si vives cerca o alejado de la naturaleza, si te expones al sol, lo que oyes, lo que piensas, cómo, cuándo y cuánto te mueves e incluso como respiras. La salud es la forma en la que te relaciones con el mundo. Y estás en las mejores manos, las tuyas.