Hola, mi nombre es Anna y crecí en un pequeño pueblo rodeada de naturaleza. No me gustan los límites ni las etiquetas. Me brillan los ojos cuando algo me hace muchísima ilusión.
Soy sensible, entusiasta y muy curiosa. La atención plena es mi filosofía. Durante mi práctica médica veía y estudiaba a pacientes y siempre me quedaba con la fría sensación de estar solamente mirando la superficie. La dinámica era siempre la misma: síntoma-fármaco y necesidad imperiosa de diagnosticar. Y una vez puesta la etiqueta, seguir el protocolo. Dejándonos en el camino un universo enormemente profundo sin explorar.
Creo en el estilo de vida como medicina y es por eso que decidí salirme del camino convencional de la medicina y empezar a crear el mío propio: el que te pone a ti -tu cuerpo, tu mente y tu alma- en el centro de la ecuación y se nutre del compromiso con uno mismo, ciencia, hábitos, disciplina, aceptación y mucho amor propio. La salud es la forma en la que te relacionas con el mundo y es tu responsabilidad. La genética reparte las cartas, pero tú eres quien las juega. Yo te doy la mano y te guío para que juntos nos pasemos la partida.